Home / OPINIÓN / Preocupa Milei al legalizar los términos “idiota” “débil mental” e “imbécil” para personas con discapacidad mental

Preocupa Milei al legalizar los términos “idiota” “débil mental” e “imbécil” para personas con discapacidad mental

Portada de opinión sobre Milei

Una situación que ya rebasa los límites de la dignidad y la tolerancia es lo ocurrido en Argentina, donde el gobierno ultraderechista de Javier Milei ha decretado que, será legal insultar a las personas que viven con capacidades diferentes como “idiotas”, “imbéciles” y “débiles mentales”.

Incluso escribir estos términos resulta una falta de respeto para nuestros lectores y lectoras; sin embargo, es una realidad que no podemos dejar pasar, pues, por indignante que sea, esta denominación ahora es legal desde el pasado 14 de enero y, entre un sinfín de nuevas disposiciones en materia de discapacidad, el llamar de esta manera a la población que solicita pensión de invalidez laboral, pareciera falso, pero no lo es.

¿Cuántos años y cuánto nos ha costado pelear por la cero discriminación y los derechos de nuestros hijos, hijas, tíos, hermanas, amigos, con discapacidad? ¿Cuánto ha dolido a las madres y padres el señalamiento de la ignorancia sobre sus hijos e hijas?, ¿cuánto hemos retrocedido como sociedad para permitir que estos términos puedan ser utilizados para clasificar a las personas por su condición intelectual?

Argentina cuenta con una población de más de millón y medio de personas con Certificado Único de Discapacidad (CUD) según información del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC); por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que al menos el 15% de la población argentina padece de algún tipo de discapacidad , lo que aumentaría la cifra a 6.9 millones.

Hoy, un mes después de haberse legalizado tal situación, Asociaciones Civiles levantan la voz por la no discriminación y un alto a este tipo de expresiones que marginan y lastiman a la sociedad, sin mencionar que, representa un gran retroceso en el sentido común de un país que ahora se encuentra dividido entre un presidente que va mucho más allá de lo excéntrico -podría decir- y, una vista desde el extranjero como parte de un discurso que solo hemos visto en televisión. Incluso, comprobando que existen aquellos y aquellas que coinciden y están de acuerdo con este decreto, alegando que, en el pasado, eran los términos médicos utilizados. En efecto, en el pasado.

Ya que ando encarrerada, me gustaría agregar que no es solo esta situación la que preocupa a la sociedad argentina, y a muchos en Latinoamérica, sobre todo a las mujeres y miembres de la comunidad LGBTQ+. Y es que, no hace más de cuatro meses, el presidente argentino se lanzó en contra de cuatro mujeres escritoras por supuesta campaña de desprestigio casi llegando a la censura de no ser porque su editorial logró poner un alto y decidió apoyarlas en su lucha por la libertad de expresión; además, desde el primer día como líder de Argentina, Milei prohibió el lenguaje inclusivo, la perspectiva de género, al Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, ahora, el Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo, y no tiene mucho, que les contábamos en Bajo Perspectiva Los Cabos, sobre la eliminación del término “feminicidio”.

Es más, muchos argentinos y argentinas -claro, no generalizamos- aseguran que existe una gran represión de parte del gobierno en contra del arte, pues se han incluso cancelado eventos culturales y conciertos por parte del sistema, un hecho que se ha replicado con artistas como María Becerra, Lali y Milo J.

Abiertamente, Javier Milei ha hablado de una “agenda woke” y su eliminación, sin embargo, con este rumbo, miles de familias argentinas han sentido que su país ha dado un revés en derechos humanos, derechos por lo que se han cobrado vidas en el pasado, movimientos que han quedado inmunes, pues incluso colectivos culturales han expresado su descontento con este nuevo modelo de gobierno que surge en el país del buen rock, el mate y la buena conversación. Pero que en los 70’s reprimía al gran Charly García y que pareciera hoy, se copia el mismo modelo de censura en el arte.

Bueno, ni hablar de la entrevista con el periodista Jonatan Viale, un caso totalmente viral, donde se cuestionaba al presidente sobre su “criptoescándalo” donde un asesor irrumpe la sesión para dejar el tema ahí, sobre la mesa.

Quizá me equivoque en lo que expreso, pero como madre de un hermoso niño con discapacidad, amiga de grandes madres que no dejarían que a sus hijos e hijas se les tocara con el mínimo intento de ofender. No puedo voltearme y decir, ¡al fin que están bien lejos, a nosotros no nos afecta!

Con estos términos no solo ofenden a las personas con discapacidad; se ofende a terapeutas, pedagogos y pedagogas, psiquiatras, médicos y médicas, madres, padres, abuelos, abuelas. Educadores, educadoras, estudiosos y estudiosas. Se ofende la labor de cada madre que desde el diagnóstico logró defender con uñas y dientes al ser que decidieron crear. Se escupe en cima de la labor de activistas por los derechos de las personas con discapacidad. Es volver a los tiempos de la ignorancia, de la falta de tolerancia y la desigualdad.

Preocupa, e indigna, mucho. Pero bueno, que dice el gobierno argentino que siempre no y que fue un “simple error” modificando ahora este boletín que pueden encontrar en: https://www.boletinoficial.gob.ar/…/pri…/319710/20250116 y que en efecto, ahora utilizan los términos médicos para describir la discapacidad mental pero de manera vigente.

Nancy Alvarez 

Etiqueta: