Este fin de semana un hecho sin precedentes tuvo lugar en el Pueblo Mágico de Todos Santos, pues activistas, ejidatarios, lancheros, rancheros, ciudadanos y ciudadanas y hasta extranjeros visitantes de la Baja -principalmente de La Paz y Los Cabos- se unieron en una sola voz para la protección del Oasis del Palmar, una zona protegida que alberga especies endémicas del estado y en peligro de extinción.
Pese a que el mismo gobernador, Víctor Castro Cosío aseguró no dar su visto bueno para la construcción del “Palmoral” que consta de condominios de lujo en la zona, los ciudadanos aseguran que se ha comenzado con los trabajos de construcción de este mega proyecto, que consideran, atenta gravemente contra la diversidad natural y la identidad cultural de este destino que ha sido considerado uno de los pilares de Baja California Sur, además de la expropiación de los recursos naturales del paraíso de cientos de especies que ahí habitan y que, tras la privatización de esta reserva, podrían verse en grave peligro.

Fue así que en completa organización, vecinos y vecinas de estos destinos se unieron con pancartas, oratorias, música y hasta mariachi y música espiritual para protestar, de manera pacífica en contra de la construcción y ampliación de este gran proyecto que poco beneficia a los habitantes de Todos Santos y que provocaría un grave impacto al medio ambiente local, según informan los mismos residentes.

En total empatía, ciudadanos y ciudadanas de Los Cabos se unieron también tras la gran preocupación ante el estrés hídrico que padece Baja California Sur, y es que, las voces de quienes se han expresado en mesas de trabajo con autoridades municipales, estatales y federales en materia de abastecimiento de agua potable, así como quienes se han unido a las manifestaciones públicas y pacíficas en Cabo San Lucas, llegaron puntualmente para mostrar una postura negativa ante la construcción de mega proyectos que puedan afectar aún más a la distribución de agua potable a los y las ciudadanas sanluquenses quienes de por sí, ya deben esperar semanas e incluso hasta el mes para recibir el vital líquido en sus hogares.
La postura del gobernador ha sido firme, sin embargo, los protestantes, ciudadanos y activistas exigen que El Palmar sea declarado como zona protegida, así como la cancelación del “Palmoral” y de “Cabo Santos” dos importantes proyectos, pero que podrían poner en juego el bienestar del pueblo.
¡Gracias a Dora Araiza por la imagen!