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Los maestros y maestras de México: un pilar de la Revolución Mexicana

Maestros de la revolución

La Revolución Mexicana también fue educativa y las maestras lucharon contra uno de los enemigos públicos más poderosos: la analfabetización

Hablamos de los años del “porfiriato” cuando la educación era más bien vista como un lujo al que no todos ni todas podían acceder. Y es que, ante un México en evolución con un gran auge político, cultural y mercantil, era necesario implementar un sistema educativo que pudiera ser accesible para todas las clases sociales. ¿La razón? como en la actualidad, los más desprotegidos -y analfabetos- sufrieron los más grandes abusos que terminaron en el despojo de sus propias tierras y recursos.

Un salón de clases en 1940 en tiempos post Revolución Mexicana dando inicio a una nueva era en el sistema educativo en el país

¿Qué pasó? que el descontento de la gente -y la intromisión de unos cuantos despiertos- desencadenó el gran levantamiento de los pueblos, la llamada Revolución Mexicana. Una lucha en contra de la desigualdad política y social pero sobre todo, en contra de la opresión y abuso de los y las campesinas que labraban la tierra de la que la burguesía solía beneficiarse.

Por supuesto, sabemos que una persona informada tiene poder pero… ¿y la que no? fue por ello que los maestros y las maestras del país jugaron un papel fundamental durante la Revolución, pues sus armas no fueron pistolas ni balas, sino tizas y papel, o madera, o un trozo de yeso. Lo que fuese y se tuviese para lograr alfabetizar a los más oprimidos dándoles así el arma más poderosa que podemos poseer, pues es solo a través de la lectura que uno o una puede obtener la clave para entrar en el mundo del porqué de las cosas y discernir con libertad sobre lo que le conviene. O no.

Maestra enseña a leer a una campesina mexicana, sin recibir paga mayor que el honor de ayudar a los pueblos mexicanos a tener noción de sus derechos y obligaciones en un país que atravesaba cambios radicales en su comportamiento social y político

No fue fácil. El camino a la educación en México estuvo marcado por la ignorancia y la extralimitación de recursos, sumado el racismo y la desigualdad que impedían a muchos y muchas personas en situación de vulnerabilidad, tener la intención al menos, de acercarse a una gazeta para identificar los geroglíficos que ahí veían. Sin embargo, gracias a las grandes brigadas impulsadas por el magisterio, el tabú se rompió y se logró lo impensable.

Otro de los grandes retos que tuvieron nuestros formadores y formadoras fue la opresión del gobierno; tenemos el claro ejemplo de Elisa Acuña, presa política y exiliada gracias a su colaboración en la creación de periódicos de oposición que informaban sobre la desigualdad, instruyendo incluso a los más leídos sobre sus derechos

Elisa Acuña Rosseti, periodista, maestra y revolucionaria.
Una mujer que alzó la voz con tinta y lucha por la justicia social y la educación en México.

Imagínate vivir al inicio del siglo XX y formar parte de un gran movimiento que abrió el paradigma de las masas, creando un camino de mayor oportunidad en un México que empezaba a tomar forma tras un siglo de independencia y un gran retraso en sus derechos humanos.

Hoy, recordamos a grandes maestros y maestras que forman parte de la nomenclatura de recintos culturales, centros educativos, calles y avenidas e incluso programas sociales de nuestro país, con un listado interesante que puedes desglosar con gusto si tu curiosidad le da pie a tu noción de México a través del tiempo.

Imagen del orfanato para niños y niñas huérfanos de la revolución. Nótese el pensamiento respecto al trabajo y el derecho a la remuneración del poder comer.

Hablamos de Elvia Carrillo Puerto, feminista, luchadora por los movimientos sociales de nuestro país; hablamos de Rita Cetina, a quien actualmente las nuevas generaciones ubican por la Beca del Bienestar, pero que dejó un gran legado en la educación en México gracias a su feminismo y activismo en la lucha por los derechos de los obreros y obreras en el estado de Yucatán; sumamos a Dolores Jiménez y Muro, maestra rural y periodista de poder quien con su obra resaltó la importancia de la educación para un desarrollo objetivo de la sociedad en México.

Hoy en día, movimientos magisteriales han continuado la lucha, desde sus trincheras por sus derechos como docentes, además, reconocemos la labor de nuestras maestras y maestros que desde su trinchera aportan para que las nuevas generaciones no olviden la raíz del ser mexicano, que no olviden y mantengan siempre presentes a quienes lucharon por los derechos que ahora gozan: una educación laica y gratuita.

México ha sufrido un déficit en los últimos años en materia de educación pública, es por ello la importancia de aportar desde casa los valores que sean esos cimientos para que nuestros niños, niñas y adolescentes luchen en el futuro por lo correcto sin la distracción de la vanalidad del presente.

¡Gracias a nuestros maestros y maestras por aportar a nuestro desarrollo académico, a nuestro criterio y sentido común! ¡Infinitas gracias!

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